La maravilla de la soledad, cuando es buscada.

Acabo de llegar de Madrid de trabajar, vivo en la Sierra. ¿Después de un agotador día de trabajo? Pues no, para que os iba a engañar, me gusta mi trabajo y salvo momentos determinados del año en los que sinceramente hay mucho trabajo y problemas, vivo bastante bien, pero siempre bajar a Madrid, los atascos, la crisis, el ordenador y demás cosas hacen que nos cansemos.

Está nevando, es de noche, hace frío, es decir un momento perfecto para ir al campo a pasear. ¿Solo?  No, voy con goretex, thinsulate, windstopper, primaloft, softcell y demás tejidos que hacen disfrutar de una noche como esta, ahora entiendo el precio de esta ropa.

Hay unos 5-6 cm de espesor, es decir está todo cubierto y espectacularmente bonito, sigue nevando. Está nublado pero se ve perfectamente, hay una luz extraña, acogedora. Voy por un camino bordeado de vallas de piedra llenas de nieve, hay árboles por todas partes y de fondo las montañas, paso junto a una ermita del Camino de Santiago. Aparecen tres caballos que se han debido de escapar de algún picadero y tienen la misma cara de felicidad que debo tener yo, siguen su camino y yo el mío.

Sólo escucho mis pisadas sobre la nieve recién caída. Me paro y Dios, silencio sepulcral, estoy en Madrid (bueno en la provincia de Madrid) y hay un silencio increíble.

Dos horas después llego a casa, seco y sin frío, muy contento y con la cabeza mucho más clara que cuando salí. Me alegro de no haberme quedado en casa por la escusa de haber estado solo.

Como no hay cámara de fotos que sea capaz de sacar una foto en estas condiciones y no se me ocurre que foto poner, os pongo una canción maravillosa para momentos como este.

http://www.youtube.com/watch?v=QtqADo-D3mQ

Santiago

Mi mejor viaje solo.

Puede que fuera por ser el primero, pero sin duda fue un viaje que marco mi vida para siempre.

Siempre me han catalogado como independiente, que me gusta estar solo y así es, pero nunca se me había planteado la necesidad de viajar solo. Siempre había tenido con quien viajar y si lo hacía era por compartir viaje con alguien, ya fueran amigos, familiares o pareja. De repente y sin saber porque quería viajar y quería hacerlo solo. Unos años antes había hecho el Camino de Santiago en bicicleta con unos amigos y pensé que podía ser un buen momento para hacerlo andando, a mi aire.

Cogí una mochila, un poco de ropa y me subí a un tren, no tenía ni prisa, ni planes, sólo ganas de caminar y de algo más, pero no sabía el que. Comencé el Camino de Santiago, no tenía motivos religiosos, ni promesas, ni necesidad de vacaciones..

Sin darme cuenta me embarqué en el mayor viaje que he hecho en mi vida y fué aquí en España, el mayor viaje que se puede hacer, un viaje a mi interior. En el primer pueblo grande, abandoné la mitad de las cosas que llevaba, primera lección. Empecé a disfrutar de pequeños detalles que no era capaz de ver anteriormente y comencé a hablar con personas con las que nunca hubiera pensado que podría tener tanto en común. Al final, continué hasta Finisterre, donde quemé el resto de pertenencias que quedaban de mi viaje, tras bañarme en el mar y ver la puesta de sol. Sin duda, recomiendo continuar hasta este punto, donde antiguamente se terminaba el mundo.

Desde entonces he vuelto a viajar solo, acompañado de amigos, desconocidos, pareja y familia. Todos han sido muy buenos, pero ninguno como aquel, mi viaje de iniciación. Fue aquí en España, el Camino de Santiago, pero creo que puede ser en cualquier lugar.

Espero que algún día tengáis una experiencia parecida.

Un caminante más.